domingo, 9 de noviembre de 2008



Fue una sentencia absurda,
rotunda y contundente:
dijeron que las hadas
no eran como gente.
Que no podía verlas,
hablarles o tocarlas.
Que solo eran de cuentos
y no debía aguardarlas.
Que por más que buscara
en rosas y jazmines,
las hadas no vivían
ocultas en jardines.
Y que mi idea vana
de las pequeñas cosas
no hacía que las hadas
se vuelvan mariposas.
Pero no he de creer
lo que me estan diciendo:
Si no existen las hadas:
¿Porqué estoy escribiendo?

1 comentario:

BIENVENID@S A ... dijo...

Porque tú al igual que otros seres especiales si creen...Las hadas están por todas partes sólo es cuestión de tiempo y de quererlas ver...A veces están a tu lado y nisiquiera te das cuenta de su presencia, pero ahí están, cuidando de tí, haciendote la vida más bella!!!